Autora
Dayana P. Rocha Pulido
Es un gran placer para mi; en especial poder tomarme unos mementos para observar, interpretar y valorar tan admirable obra de arquitectura como lo es el Pabellón Alemán.
Es pues, el movimiento moderno aplicado en esencia y bajo los hilos más determinantes que enmarcan este estilo, como lo es la pureza y la limpieza de los espacios y ambientes, la corriente minimalista que se posesiona y se hace sentir al momento en que aprecian estas obras modernas. El Pabellón Alemán obra del arquitecto alemán Mies Van Der Rohe, y en colaboración de Lilly Reich, diseñadora de interiores, juntos lograron materializar la mejor obra en mi opinión más relevante de la corriente moderna en la arquitectura de este mundo. Es por esto que detalles y decisiones que se tomaron antes y después de comenzar la construcción de esta obra, fueron cruciales para aportar al mejor diseño de envoltura, estructura y funcionalidad, no sólo en el exterior y en su magnífica integración con la naturaleza en contexto; sino también, en el interiorismo de ella misma.
Hablar de este edificio, es no negar la intención clara que tenía Alemania en aquella época de Avance y Progreso. No satisfechos con lo que se veía viendo la industria de la construcción, Van Der Rohe decide optar por las interposiciones de planos sueltos que reparten abiertamente cada espacio del interior, integrando a la vez intencionalmente el exterior natural dentro del edificio, también encuentro muchos niveles de detalles, como por el nombrar algunos; los ocho delgados pilares cruciformes, están forrados en acero cromado, invisibles a la vista y sólo ojos expertos podrían revelar estos detalles y por ende el carácter no portante de las paredes, permitiendo la libertad a los visitantes recorrer cada uno de los ambientes desinciertos. Aquí vemos notablemente en el lenguaje moderno el uso de los materiales que enmarcan una vez más esta bella obra de arquitectura como moderna, me refiero así; al vidrio, al acero y a los cuatro tipos de mármoles: el trasvertido romano clásico, el verde de los Alpes, el verde antiguo de Tinos y el Ónice dorado africano del Atlas, estos materiales se encuentran estratégicamente aplicados en muros, pisos y estructuras del edificio.
Atentamente
Dahianna P. Rocha Pulido
Por otro lado, y como lo resalte al comienzo de este documento, este reconocido arquitecto le debe mucho a la participación de Lilly Reich, talentosa y reconocida proyectista de interiores de Berlín, quien además de ser su compañera sentimental lo era también en el ámbito laboral, esta mujer fue la encargada de aportar el diseño del mobiliario al edificio, específicamente la famosa silla en acero inoxidable en forma de cruz ondulada, y que hasta hoy es una de más replicadas en el mundo. De esta manera estos dos grandes artistas dejan materializado en su obra, el buen gusto moderno en el diseño de los espacio habitables por el hombre y su necesidad de Progreso.
Atentamente
Dahianna P. Rocha Pulido
No hay comentarios:
Publicar un comentario